Diremos adios a las impresoras láser de la marca dentro de 3 años
Epson, el fabricante japonés de equipos electrónicos y de impresión, hizo una declaración bastante inesperada al anunciar que para 2026 dejará de producir y vender impresoras láser y preferirá los modelos de inyección de tinta. Se afirma que las impresoras de inyección de tinta son más respetuosas con el medio ambiente.
En muchos mercados, Epson ya dejó de vender impresoras láser, pero todavía se ofrecen a clientes en Asia y Europa. Además, incluso después de que el nuevo equipo ya no se venda, Epson se compromete a suministrar consumibles y repuestos a los clientes existentes.
Según un representante de la empresa, las impresoras de inyección de tinta utilizan menos energía y menos consumibles. Mientras que los modelos láser derriten el tóner con calor concomitante, las impresoras de inyección de tinta Epson utilizan la pulverización mecánica de tinta sobre el papel. En 2019, una publicación de blog de la empresa informó que los modelos de inyección de tinta utilizan un 85 % menos de energía que los láseres a velocidades de impresión comparables y generan un 85 % menos de emisiones de dióxido de carbono. Además, las impresoras de inyección de tinta, según Epson, utilizan hasta un 59 % menos de piezas reemplazables: solo tinta y botellas de tinta de desecho.
Característicamente, Epson presentó recientemente impresoras de inyección de tinta y dispositivos multifunción para empresas que pueden imprimir entre 40 y 60 páginas por minuto. En otras palabras, el fabricante logró hacer frente al principal punto débil de los modelos de inyección de tinta y ahora pueden competir con confianza en la velocidad de impresión con opciones láser.
Aunque la razón principal de la transición completa al lanzamiento de las impresoras de inyección de tinta en Epson es su mayor seguridad ambiental, hace relativamente poco tiempo, la compañía ha sido criticada por su comportamiento no particularmente “verde”: dejó de trabajar con las L360, L130, L220, que aún funcionan. Impresoras L310 y L365 con una actualización de firmware, de hecho, con el pretexto descabellado del final de su ciclo de vida. Según The Register, los usuarios tenían dos opciones: reparar la impresora en un centro de servicio autorizado de Epson o deshacerse de la impresora vieja comprando una nueva. Los usuarios de Windows podían utilizar una utilidad especial que permitía que la impresora funcionara durante más tiempo.
La empresa citó el deseo de mantener la calidad de impresión y el rendimiento de la máquina para evitar derrames de tinta y daños a la propiedad de los propietarios, e incluso posibles cortocircuitos. Los propios usuarios se quejan de que, en las condiciones modernas, la impresora en realidad no se compra, sino que se toma para su uso, en el que el propietario real puede rechazar en busca de ganancias.